Perot, Guillermo Alberto
1976
Estado
Detenido/a desaparecido/a
Fecha de secuestro
23/03/1976
Lugar de secuestro
ROSARIO. SANTA FE
datos personales
Nombre
Guillermo Alberto Perot Palud
Edad
23
Sexo
Masculino
Fecha de nacimiento
22/01/1953
Estado civil
Casado/a
Ocupaciones
- Docente Y Empleado
Víctimas simultáneas
- No hay información.
Artículos periodísticos
- Recordatorio - Página 12 - 23/03/2000 +
Observaciones
Por problemas de persecución política nos fuimos a vivir a la ciudad de Rosario en el año 1975, Guillermo solicitó licencia en el Departamento de Bellas Artes del Museo de Arte de la Municipalidad de Santa Fe donde trabajaba.
Guillermo fue secuestrado en la ciudad de Rosario el 23 de marzo de 1976 a las 19.30 horas en la esquina de la Av. Rondeau y República de Siria, allí había una Gomería. Por lo que pudimos reconstruir por el aporte de los vecinos y algunos compañeros lo secuestraron en un auto. Guillermo cuando vio que lo perseguían y lo querían capturar entró en una casa y le dijo a la señora que lo perseguían, que le permitiera salir por los fondos, la señora le dijo: “Hijo, te has metido en la única casa que no tiene salida, tratá de saltar por ese tapial”. Cuando intenta saltar le dan un tiro en el hombro y cae. Entonces lo levantan entre unos cuatro, y uno pregunta: “Lo amacijamos acá o lo llevamos”, a lo que el otro contestó, “Mejor llevémoslo”.
A partir de este momento comenzamos la búsqueda dentro de nuestras posibilidades, fue todo muy difícil ya desde el principio, porque a la madrugada fue el golpe cívico-militar, cerraron la Administración Pública por tres días, después era sábado y domingo, así que recién el lunes siguiente Delia la mamá de Guillermo pudo presentar un primer habeas corpus. Después se presentaron muchos habeas corpus pero sin ningún resultado.
Recurrimos a la Iglesia, al Episcopado, a la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, a la Cruz Roja Internacional, a los Organismos de Derechos Humanos que se iban conformando en nuestro país, a la Policía Federal y Provincial, etc., etc..
También fuimos a la cárcel de Coronda porque nos había dicho un sacerdote, el padre Santidrián, que estaba en una lista de presos políticos, allí hablamos con el Capellán de la Cárcel pero nos dijo que allí no se encontraba.
Cuando fuimos a ver al Arzobispo de Rosario Monseñor Bolatti nos atendió el Secretario del obispo que nos dijo que se llamaba Rodolfo Yaquinta o al así, nos dijo que podían tenerlo como rehén de guerra ya que se decía que tenían a militantes políticos detenidos en forma no reconocida legalmente para que cuando se produjera alguna acción de la guerrilla, ejecutarlos y dejarlos tirados en algún lugar público como respuesta a la acción de la subversión.
También la mamá de Guillermo iba periódicamente al Ministerio del Interior dónde le habían dado una tarjeta con un número para ver si tenían alguna noticia, pero también esto resultó en vano. Nunca tuvimos ningún dato concreto de su paradero ni de los lugares dónde pudo haber estado secuestrado. Aunque ahora sale a la luz que Belkys Ojeda oriunda de Vera que trabajaba en esa época en la Jefatura de Policía de la ciudad de Santa Fe lo había visto en esa repartición con vida aunque muy torturado. Ese dato no pude corroborarlo.
Guillermo fue secuestrado en la ciudad de Rosario el 23 de marzo de 1976 a las 19.30 horas en la esquina de la Av. Rondeau y República de Siria, allí había una Gomería. Por lo que pudimos reconstruir por el aporte de los vecinos y algunos compañeros lo secuestraron en un auto. Guillermo cuando vio que lo perseguían y lo querían capturar entró en una casa y le dijo a la señora que lo perseguían, que le permitiera salir por los fondos, la señora le dijo: “Hijo, te has metido en la única casa que no tiene salida, tratá de saltar por ese tapial”. Cuando intenta saltar le dan un tiro en el hombro y cae. Entonces lo levantan entre unos cuatro, y uno pregunta: “Lo amacijamos acá o lo llevamos”, a lo que el otro contestó, “Mejor llevémoslo”.
A partir de este momento comenzamos la búsqueda dentro de nuestras posibilidades, fue todo muy difícil ya desde el principio, porque a la madrugada fue el golpe cívico-militar, cerraron la Administración Pública por tres días, después era sábado y domingo, así que recién el lunes siguiente Delia la mamá de Guillermo pudo presentar un primer habeas corpus. Después se presentaron muchos habeas corpus pero sin ningún resultado.
Recurrimos a la Iglesia, al Episcopado, a la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, a la Cruz Roja Internacional, a los Organismos de Derechos Humanos que se iban conformando en nuestro país, a la Policía Federal y Provincial, etc., etc..
También fuimos a la cárcel de Coronda porque nos había dicho un sacerdote, el padre Santidrián, que estaba en una lista de presos políticos, allí hablamos con el Capellán de la Cárcel pero nos dijo que allí no se encontraba.
Cuando fuimos a ver al Arzobispo de Rosario Monseñor Bolatti nos atendió el Secretario del obispo que nos dijo que se llamaba Rodolfo Yaquinta o al así, nos dijo que podían tenerlo como rehén de guerra ya que se decía que tenían a militantes políticos detenidos en forma no reconocida legalmente para que cuando se produjera alguna acción de la guerrilla, ejecutarlos y dejarlos tirados en algún lugar público como respuesta a la acción de la subversión.
También la mamá de Guillermo iba periódicamente al Ministerio del Interior dónde le habían dado una tarjeta con un número para ver si tenían alguna noticia, pero también esto resultó en vano. Nunca tuvimos ningún dato concreto de su paradero ni de los lugares dónde pudo haber estado secuestrado. Aunque ahora sale a la luz que Belkys Ojeda oriunda de Vera que trabajaba en esa época en la Jefatura de Policía de la ciudad de Santa Fe lo había visto en esa repartición con vida aunque muy torturado. Ese dato no pude corroborarlo.